En todos los lugares donde una adecuada alimentación puede ayudar a mejorar la calidad de vida, los dietistas enseñan, investigan, valoran, guían y aconsejan. La profesión de un dietista-nutricionista lleva implícita en su ejercicio la educación alimentaria y nutricional en cualquieras de los campos donde es posible ejercerla.
La experiencia de hacer Erasmus no pasa solo por los amigos y las fiestas en que se participa, al final cuando coges la universidad donde quieres esa experiencia lo que procuras es sus métodos de educar, las prácticas que desarrollan, el tipo de personal cualificado que sale con diplomatura, etc. Eso y lo demás que no viene escrito o dibujado en las páginas web, pero que si proporcionó aquí, dame la posibilidad de decir que como futura dietista esta experiencia facilitará mi trabajo como profesional de salud y como persona.
Aunque no conozca muy bien la realidad profesional del dietista, sin embargo lo sé que hay algunas diferencias de estos técnicos de salud entre los distintos países del mundo. También reconozco que estas prácticas en la Clínica Universitaria de Navarra fueran una experiencia, que acrecida al facto de ser para mí un país extranjero una oportunidad que pocos la tienen.
Aprendí en estas prácticas que mismo en nuestro pequeño medio de trabajo hay personas de todo el lado, personas que son diferentes de nos mismos por sus ideales, religiones, conocimientos, experiencias, gustos o hábitos alimentarios, etc., pero esas diferencias no hacen una persona con menos derechos a salud, en esto caso, salud alimentaria.
Así, creo que un buen dietista-nutricionista debe estar preparado para todas las diferencias culturales que estará sujeto a cada consulta o cada acción de naturaleza comunitaria, sin olvidar que la base de una buena nutrición es una dieta equilibrada, completa y diversificada.
Pamplona, 24 de julio de 2009
Andreia Ladeira Dias
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